A los siete
años, yo estaba llena de canas. No sólo me las sacaba mamá con sus
constantes berrinches, sino también la lectura.
Cuando
aprendí a leer me enteré de lo putísima que era la vida cuando es escrita. Y fue tal la malasangre que la melanina se asustó y comenzó
a retirarse de mi cabeza.
.6 brócolis, 1 zapallo, 4 berenjenas, 3 kilos de nabo, 5 kilos de osobuco.
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Pensando en cómo viajar a Saturno, abrazada a mi úlcera como a un querer. |
Y como sus obsesiones eran mi tormento, además de
canas, tenía una úlcera. Me calmaba los dolores aspirando de las latas de
pinturas. Y aspiré tanto que elevé mis niveles de plomo en sangre.
-¿¿Qué dice??
-Su hija
tiene saturnismo.
Le dijo a mamá un
astrónomo al que ella llamaba Dr. Piantuchi.(*)
Canosa y
con úlcera, para mis hermanas era la vieja de siete años oriunda de Saturno. Hasta
que mis amigas la Negra y Mary me sacaron de aquella vejez galáctica.
-Es de mi
mamá, vas a quedar bien.
-Sí, igualita
a Rita Hayworth.
Con esa tintura quedé igualita a la mamá de la Negra.Y nunca más me teñí el pelo.
Eso sí, sigo aspirando dentro de las latas de pinturas o lo que pinte y aún mi vida puta -escrita o no- no conoce Saturno.