Queridas
Mary y Negra:
Hace diez días que estamos
con abu en Ipanema. Nos han pasado tantas cosas que ya me olvidé de dónde
venimos.
En el primer día de playa, nos robaron hasta las frutas. Las frutas que cualquiera
puede arrancar de un árbol carioca.
En el segundo día, la abuela se fue de compras y terminó en una favela.
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Mientras, la abu intentaba comprar garotos en una favela y creyeron que era una pedófila. |
Y
al tercer día yo desaparecí dentro de una jarra de caipirihna sin ningún
interés por volver a tierra firme.
Desperté
en un hospital. Lo primero que vi fue el rostro de la abuela. Dormido. En la
cama de al lado. Con suero.
Parece
que la cana hizo una redada en la favela
buscando gente sin futuro y abu quedó enganchada en la red como los bagres
del Paraná, esos que pescaba mi tío Adolfo y los mataba con un machete de la
bronca que le daba que no fueran pejerreyes(*).
Eso
le pasó a la abu. A la cana le debe haber dado bronca esta vieja arruinando la
redada. Buscaban pejerrey. Y se fueron con un bagre. O capaz que como les dijo que buscaba Garotos para llevar a Argentina creyeron que era una pedófila internacional.
Dice
la abu que el nuestro es un viaje fabuloso. Pero que no le tenemos que contar a
mamá nada que contenga palabras como coma alcohólico, robos, favelas, redadas,
hospital, cárcel, pedófila.
Como
no podemos contarle nada, la vamos a tapar de Garotos y remeras Hering.
Mary,
Negri, tengo que terminar la carta. Ya tenemos que dejar el hotel. El conserje
nos dio dos horas para que salgamos de la habitación. En Brasil todo es así. Adonde vamos nos
avisan que tenemos que irnos.
Esta
noche dormiremos en la playa. En Ipanema todo está ocupado. La abu dice que ahí
nadie nos va a decir que tenemos que irnos. ¡Por fin en un lugar fijo! Estamos
chochas.
¡Las
extraño tanto!
besos
Marty
p.d.
dice la abu que tampoco podemos nombrar la palabra abuela.
(*)Nota de la Abuela
El asqueroso de Adolfo.Tan cruel con los bagres. Y se casó con uno.