martes, 17 de enero de 2012

SEXO SIN DIENTES

Deberían haberla clausurado. Mamá no tenía salida de emergencia. Y había permanentemente riesgo de incendio en sus inmediaciones.
- Chinita de porquería....! mirame a los ojos cuando te hablo... explicame qué es esto.... QUE ES ESTOO..... QUE ES ESTOOO.......QUE ES ESSSSSSSTOOOOOOOOOOO!!!!.
Como si fuera fácil explicarle a una madre a repetición qué hace una con revistas pornográficas a los catorce años (*). Con mamá no había escalera de incendios. O le contestabas o te quemabas viva. Y sin un extinguidor cerca, la miré a los ojos.
-Es una revista, má...
-Pero vos me estás tomando el pelo?... estás enferma o qué?... mirá... mirá (abriendo la revista a cachetazo limpio) hombres desnudos... mujeres desnudas.... asquerosa!
Realmente, un asco. La revista era de cuarta. Los modelos, los típicos de una época sin photoshop. Mientras mamá me miraba como si fuera una violadora serial de ancianos, vi que se caía de la revista un folleto turístico de la Torre de Pisa que yo usaba como señalador.
-Eeeehh, má... se cayó la Torre de Pisa...
-¿¡¿Que quéeee?!?! Los dientes se te van a caer... los dientes, del sopapo que te voy a dar si te veo otra vez con esta porquería... ¿me entendisteeeee?
Totalmente. Quién quiere una historia de sexo sin dientes.
Paralelamente pensaba que los municipios deberían tener un departamento de inspección de madres e, incluso, fijar un impuesto por hija y multas por paliza. La maternidad debería estar gravada y aportar a ganancias.Y nada de monotributistas. Responsables inscriptas.
De esa forma, muchas lo pensarían dos veces antes de meterse en estas complicaciones fiscales.

(*) NOTA DE LA ABUELA
Ay, pero cómo pude olvidármela allí? ¿Cómo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario